Escritora y ensayista, doctoranda en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Lucy Oporto es autora de una obra audaz, profunda y provocativa. Entre sus publicaciones destacan Una arqueología del alma. Ciencia, metafísica y religión en Carl Gustav Jung; El diablo en la música. La muerte del amor en El gavilán, de Violeta Parra; Los perros andan sueltos. Imágenes del postfacismo y He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza. Ensayos de crónica filosófica. Lectora de Jung, Pasolini y Girard, ha reflexionado en torno a la reformulación del fascismo (el “lumpenfascismo”) en los últimos 30 años, en el contexto de una historia simbólica de Chile.
Eventualmente, Lucy Oporto fue una de las pocas intelectuales que no se vio sorprendida por la violencia del estallido social. En 2016, con motivo de la destrucción del Cristo de la Gratitud Nacional durante las protestas estudiantiles, señaló que “los encapuchados no constituyen un sujeto histórico ni una fuerza revolucionaria (…). Son, cabalmente, la escoria de la sociedad de consumo”. Entonces se preguntaba: “¿Qué ocurrirá durante futuras movilizaciones?”. “¿Y qué harán los encapuchados en una próxima oportunidad?”.
En 2019 fue una de las voces más decididas y elocuentes a la hora de condenar la violencia de la “asonada”, como definió al estallido social. Así, donde algunos intelectuales vieron la eclosión de una revolución desde abajo, Oporto reconoció una crisis desatada por la descomposición moral: “Chile no ha despertado, ni ha cambiado”, escribió. Para ella, la escalada de incendios y saqueos fue más bien “una impostura insurreccional, cuyo horizonte último y subyacente es la satisfacción de las apetencias de la sociedad de consumo y su barbarie: tener, poseer y destruir”.
Hoy observa con escepticismo la progresiva distancia que han tomado el Presidente Gabriel Boric y su gobierno respecto de los símbolos del estallido social: “Su propósito es de cálculo político y oportunismo”, dice.
¿Cómo interpreta las declaraciones del Presidente Boric sobre la figura del perro Negro Matapacos, de que es una imagen ofensiva y denigrante? Dijo que no había festinado con él, pero después se confirmó que sí lo había usado.
Tenía un sticker, del Tarot de la Revolución. Bueno, esta permanente veleidad y travestismo de Boric es parte de un plan y es una forma de manipulación. En esa misma línea van las declaraciones de Camila Vallejo. Por un lado, ambos reconocen que hubo violencia, que hubo delincuencia, pero enseguida recuerdan las hipotéticas (a estas alturas) reivindicaciones sociales. Y me pregunto, ¿qué están haciendo? ¿Ponen las dos cosas en el mismo nivel? ¿Están tratando de decirnos que una cosa depende de la otra? Es mucha la ambigüedad, creo yo. Ahora, si esto es así, significa que nunca abandonaron su propósito refundacional. Y que, si se vuelven a dar las condiciones, va a haber otra asonada.
¿No cree que el Presidente haya superado el octubrismo?
No. Es cosa de ver cómo les habla a los suyos. Cuando se dirige al Frente Amplio, cambia de actitud. Personalmente, no le creo nada. Algunos piensan que Boric ha madurado, pero eso es concederle demasiado. Hace tiempo que veo a padres y madres defendiendo a Boric. Dicen que está aprendiendo, que tiene que madurar, que todavía es muy joven. Pero ya es un adulto responsable y sería bueno exigirle, en cuanto tal, que tenga, por lo menos, una posición clara. Pero eso es difícil. En todo caso, a Boric y los suyos los tomo bastante en serio, debido a su peligrosidad. Mi intención no es bajarles el perfil.
¿No le parece que haya cambiado?
No. Se difundió una imagen en redes sobre sus cambios. Era una ilustración que mostraba, en diferentes cuadros, sus transformaciones. Paradójicamente, pienso que no tiene identidad y, como no tiene identidad, no tiene ninguna capacidad de transformación. Porque no hay en él (al menos en lo que se muestra) un fondo profundo. Yo no advierto eso. Está ese elemento y, además, el ánimo de desestabilizar todo, manipulando sus propios dichos, manipulando los hechos, manipulando a la opinión pública con estas ambigüedades. Boric declara el 2 de mayo ante la Archi que repudia la figura del Negro Matapacos. Y una semana después recuerda que existen estas reivindicaciones sociales. Me pregunto si no habrá una especie de amenaza detrás de eso. Y, por otro lado, las declaraciones de Vallejo, reconociendo que esa imagen probablemente ha sido muy ofensiva para Carabineros y sus familias, pero que para otros expresaba demandas y reivindicaciones.