Mientras Rusia lidia con pérdidas cada vez mayores en el campo de batalla, las sanciones cada vez mayores han creado su propia presión desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero de este año. Encabezadas por los Estados Unidos y la Unión Europea, las sanciones al enorme sector energético de Rusia han obligado a la economía rusa a reemplazar las pérdidas del mercado europeo con ventas de energía tanto legales como ilícitas.

En los EE. UU., el presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva que prohíbe la importación de productos derivados del petróleo, gas natural licuado (GNL) y productos de carbón rusos a partir del 8 de marzo de 2022. La Unión Europea, un mercado mucho más grande para la energía rusa, dejará de importar importando la mayor parte del crudo ruso en diciembre, y dejará de importar productos petrolíferos rusos refinados dos meses después. Es decir, Rusia actualmente sigue vendiendo petróleo y sus derivados a países que componen la Unión Europea. China e India se suman a los clientes predilectos del gigante euroasiático.

Para hacer que los productos derivados del petróleo sean más atractivos para clientes como India e Indonesia, Rusia ha ofrecido descuentos bastante elevados (un promedio de $30 por barril) en comparación con el crudo Brent, lo que también ha sido un beneficio para Sri Lanka, Pakistán, Bangladesh y Cuba. Aunque según S&P los descuentos en el crudo ruso están disminuyendo, algunos analistas creen que persistirán, lo que hará que las importaciones de crudo ruso sean muy aceptables para los países más pobres.

Países como China, India y Turquía están demostrando ser socios entusiastas para la industria rusa del combustible, con Turquía duplicando las importaciones de petróleo ruso este año y compitiendo para convertirse en un centro para las transferencias de GNL ruso a Europa después de los daños en los oleoductos Nord Stream.

Entre abril y julio, China, el principal consumidor de energía del mundo y el mayor cliente de petróleo crudo, había comprado un 17 por ciento más de crudo ruso que durante el mismo período en 2021, según Reuters. Y a pesar de los importantes descuentos, el precio del petróleo sigue siendo mucho más alto que en 2020, antes del coronavirus, lo que permite a Rusia obtener más dinero de las exportaciones de petróleo a pesar de que la producción ha disminuido, según una investigación de Frank Umbach para la empresa con sede en Liechtenstein.

Los países de la UE han luchado por desvincularse del combustible ruso en general, no solo del petróleo. El gas natural ruso proporcionaba alrededor del 40 por ciento del gas natural de Europa antes de la invasión, según Reuters. Pero incluso cuando Europa intenta alejarse de los flujos de gas ruso, invirtiendo en cambio en combustible noruego, el GNL ruso está llegando a los mercados europeos a través de buques de carga, como escribió Javier Blas en Bloomberg a principios de esta semana. Un tema interesante es que la UE no ha impuesto sanciones en su contra como lo ha hecho contra los productos derivados del petróleo, aunque el bloque tiene la intención de eliminar su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027.

Si bien los combustibles fósiles reciben más atención, Rusia también es líder en el mercado de la energía nuclear. La tecnología nuclear rusa, así como el combustible, ha escapado hasta ahora a prohibiciones significativas de la UE. Rusia continúa invirtiendo fuertemente en su tecnología nuclear, y las instalaciones nucleares en muchas naciones dependen de la tecnología y la cooperación rusas para funcionar.

Según Vox.com, más allá de la dependencia que tienen países del bloque europeo respecto del gas ruso o la existencia de un mercado de países emergentes que lo prefieren en un escenario de altos previos por barril, son diversas las técnicas que esta utilizando Rusia para mantenerse vigente como exportador energético: primero, la utilización de estructuras societarias o empresas de fachada, lo que permite que el crudo ruso y sus derivados sean vendidos por empresas no rusas; en segundo término, transferencias de crudo de «barco a barco», de manera de que el petróleo ruso se esta trasladando con barcos con banderas de otros países; en tercer término, existe la capacidad de mezclar el petróleo ruso con combustibles de otros países, evadiendo las sanciones.

Fuente: VOX.com