Desde hace casi 30 años que Chile fue declarado como país libre de esta especie que nuevamente está creando problemas. La llegada de la mosca del Mediterráneo, mejor conocida como “mosca de la fruta”, acecha los campos y las zonas agrícolas del país.

El Ministerio de Agricultura informó a través del Diario Oficial sobre un hallazgo de la mosca del Mediterráneo (Ceratitis Capitata) en siembras frutales ubicadas en la localidad de La Huayca, comuna de Pozo Almonte, en la Región de Tarapacá. Esto obligó a las autoridades a demarcar un perímetro de la zona afectada y proceder a dejarla bajo cuarentena, una superficie cubierta por un radio de 7,2 km alrededor de las detecciones.

Jaime Pizarro-Araya, académico e investigador del Laboratorio de Entomología Ecológica de la Universidad de La Serena, explica que aunque se haya implementado un control exitoso en el pasado, la reintroducción de una especie como la mosca de la fruta puede ocurrir debido a una serie de factores, incluido el transporte de productos infestados que ingresan al país por medio de camiones, aviones o barcos; y también mediante el movimiento humano y el comercio ilegal de frutas.

Esta especie es originaria de la costa occidental de África. Desde allí se extendió a zonas con climas templados, subtropicales y tropicales de los dos hemisferios. Se le considera una especie cosmopolita por la dispersión mundial que actualmente tiene debida en gran medida al aumento del comercio mundial de frutas.

Perder la condición de país libre de la mosca a la fruta puede significar una pérdida grande desde el punto de vista económico por la cantidad de exportaciones frutícolas al PIB nacional, según advierte la decana de la Universidad de Tarapacá. Esto, pensando que Chile es el único país americano que ostenta la categoría de ser libre de este insecto.